martes, 8 de diciembre de 2015

Chau 2015




A veintitres días de distancia para despedir el año, nosotros preferimos darlo por concluido hoy.
Extenso y desgastante, poblado de temas vanales y vanalizando temas realmente dolorosos,han sido escaso en producir texto; por el privilegio otorgado conscientemente a las peleas en el barro de las redes sociales.
Diciembre, mes que nos condena a inútiles balances, será utilizado para empezar a vivir el futuro.
Demasiado tiempo ocupado por ganar a gritos discusiones sin sentido. En un año iniciado con la muerte del fiscal Nissman, la tragedia de Charlie Hebdo y una guerra de servicios de inteligencias; transcurrió en la refriega callejera en la defensa de posturas ideólogicas de las cuales siquiera sus máximos exponentes creen sinceramente.
Las insoportable guerra de egos sin cerebro expuesto en los medios de comunicación, a la cual como ejército de zombies nos sumamos en el lado que creímos conveniente por vaya a saber que cuestión.
De esa manera, a manera de folckore futbolero, y teniendo como único centro del mundo a la Argentina; polemizamos sobre el conflicto de Medio Oriente, el ISIS, la tragedia de los refugiados de Siria, las míticas historias fundantes de nuestro sistema político que no encuentran otro respaldo que discursos y representaciones ampliamente preparados por consultores de marketing y focus groups, poniéndose unos en el campo de los defensores de los pobres y los otros en selecto grupo de la oligarquía que no logra llegar a fin de mes.
Una interminable siembra de atentados y asesinatos regados por cualquier punto del orbe, mientras los pibes mueren bajo la lluvia de balas y drogas en los barrios de la Argentina., provocan que se extraído más volumen de sangre de inocentes que barriles de petróleo.
Transformamos al fútbol, es un campo de batalla donde se descarga la furia de todas nuestras miserias.
En momentos en que la sucursal argentina de una las corporaciones mafiosas no puede resolver una elección del nuevo jefe de la banda, porque las matemáticas grondonianas lograron el milagro que setenta y cinco votos, lograran un empate de treinta y ocho a treinta y ocho; diciembre nos encuentra perplejos como una presidente saliente y otra entrante se enfrascan en una lucha sin cuartel difiriendo en que lugar se hace el traspaso de mando, hasta que hora dura su mandato y si quien se va del poder produce una serie de reproches que la encaminan a sentirse ofendida por tener que abandonar el poder luego de escasísimos ochos años de poder plenos y omnímodos. La peor de la telenovelas centroamericanas hubieran imaginado unas secuencias tan kitsch.
Salir de este clima de enojo permanente, será el desafío. Aunque todos aquellos que se hayan enojados con nosotros, sigan estándolo. Ya no podernos detenernos en ellos, porque sentimos que nos hemos vueltos mediocres; quizás porque la furia no produce nada inteligente o porque quizás nos hemos emparentados con ellos. No vamos a perder el tiempo buscando la respuesta. El tiempo es escaso, y es mejor desafío buscar nuevas preguntas para encontrarnos con nuevos desafíos.Quizás este no sea el último post del año, pero si que lo puede venir entierra al 2015 ya no forma parte de este calendario al que hoy le arrancamos la última hoja. 
A modo de recuperar la esperanza por el futuro, cerramos esta etapa con un video del gran John Lennon, en el día en que se cumple treinta y cinco años en el que un olvidado Mark Chapman decidió convertirse en Dios y llevarse su vida junto al Parnaso de los mejores.

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