domingo, 9 de agosto de 2015

El otoño de un patriarca del rock.




Así que, aquí estamos.
Nuestros hijos han crecido y se han ido
a vivir sus propias vidas, dijeron…
Me resulta todo muy extraño.
No entiendo sus motivos:
nos asombran todo el tiempo,
y suelo preguntarme porqué me hacen sentir
tan triste y repentinamente viejo.
Ahora, aquí estamos,
abandonados en una casa vacía.
Todos los pájaros
han volado de sus nidos hacia cielos extraños.
Nos descartan, por no servir,
aunque les habíamos dado toda nuestra juventud,
y nuestras vidas.
Realmente, lo intentamos.
Ahora, solo quedamos mi esposa y yo;
Solíamos tener una familia. Se ha terminado.
Y tan solo los recuerdos prevalecen…
Me parece todo tan mal.
Estaban ciegos ante nuestras penas,
y tan pronto como pudieron, nos dejaron llorando.
Siempre tratamos de enseñar lo que estaba bien.
Sí, les dimos a nuestros hijos
todo lo que pudimos estos años.
Así que, aquí estamos, al final;
El tiempo ha pasado tan deprisa,
al igual que mis sueños.
Simplemente, no entiendo el significado de esto.
Éste inútil camino a través de la noche,
este momento otoñal, este camino sobre el agua…
Me pregunto, ¿cuanto tiempo pasará
hasta que esta canción
sea cantada por nuestros propios hijos e hijas?


Peter Hammill, músico ingles, líder de una de las bandas de rock progresivo más determinantes en la década del setenta - Van der Graff Generator-, escribió e interpretó en uno de sus discos solista esta canción, Autumm. Con sesenta y siete años sobre sus espaldas, su condición de artista no le permite escapar al pesimismo sobreviniente a la partida de sus hijos. Hay quienes han sido dotados del poder de transformar los sentimientos en arte, más allá que estos representen un dolor que lo hermana con el más común de los mortales. El temor a la soledad, el reproche quizás injusto de la decisión de los suyos de vivir sus propias vidas. Cuestiones que emparentan a todos, más allá de la virtudes estéticas que cada uno de los nosotros podamos poseer.

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