Un angel rondando el cilindro



Hacía ya casi un año que las cartas estaban marcadas. O por lo menos intuía que la mano de naipes no venía prometedora. En ese tiempo su hijo, del cual tengo el orgullo de ser su amigo, lo acompañó hasta las últimas consecuencias. Como acompañan a sus seres queridos, las personas íntegras. Sin estridencias, sin lamentos, sin pedidos de lástima. En silencio o ante alguna pregunta de sus amigos relativizando el dolor que todos sabíamos que se vendría. En este diciembre de Racing Campeón, vieron todos los partidos que el destino marcó que pudieran ver juntos.  Se murió un mes antes de la vuelta olímpica. Juan, en pos de romper todos los maleficios y las desgracias, logró juntarse con aquel amigo con el que compartieron el orgasmo del último campeonato. Trece años después, con la utilización de las mismas cábalas de aquel dos mil uno.No es fútbol lo que provocan estas palabras, tampoco el dolor. Cuando Angel se fue yo estaba en otra parte del mundo, y si no fuera por vinculaciones familiares quizás no me hubiera enterado muchos más tarde. Diez días antes del partido que los convertiría en campeones, hicimos un brindis a su memoria.Quizás los años hagan que el tiempo para corregir textos sean imposibles. Pero también como siempre hay otra cara de la moneda, la falta de tiempo hace que los textos lleguen calientes, sin depuraciones. Que el reloj venga en tiempo de descuento, otorga alguna ventaja. La de no perder tiempo en corregir, encontrar el mágico placer de disfrutar de alegrías no tan ajenas. Quizás la de encontrar en el fútbol, nuestras mejores virtudes, nuestros afectos y también nuestras peores miserias. Esa camiseta campeona, a la cual no soy afecto, descubro hoy que le he escrito más de un post. Eso lo produce la amistad, el respeto de descubrir una persona de la cual uno este orgulloso de decir que es su amigo. En el medio hay historias, que a través de amigos en común, he tratado de recolectar para hacer un texto mejor. En esta noche siento que es ahora o nunca. Que hay palabras que las borrare mañana, pero quiero que estén presentes hoy. En esta fechas, tan jodidas de despedidas. sentí el impulso de decirte Juan que Angel se fue muy Orgulloso de Vos. Goles más o menos, la vuelta la vió en en ese barrio que desconocemos, que el Google Map no entiende, pero que los amigos sabemos que se llama corazón. 



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