sábado, 20 de septiembre de 2014

Romper las redes, para vencer las trampas.

En un rato nos creíamos dueños de la verdad. Como adolescentes llegados a la madurez, nos dimos cuenta que no la teníamos. No en la totalidad como pretendíamos. Y nos quedamos enganchados en múltiples peleas que según el carácter del día en curso nos hacían perder más o menos amigos. Tarde para quejarse y para llorar sobre la leche derramada. En la próxima semana serán publicadas diez crónicas desde distintos lugares del mundo escritas en carne viva por miembros de esta redacción. Quizás las más shockeantes nos llegarán de Israel, donde tenemos unos de nuestros escribas envueltos en problemas diplómaticos para el regreso a Argentina.
Pero también tenemos una dama caminando el otoño neoyorquino, que al parecer de ella parece la mejor estación del año para visitarla.
El más púber de la redacción anda dando vuelta por el norte de Méjico queriendo probar, si todo lo peligroso que se dice es cierto ( a manera de los chicos probando sus dedos contra el enchufe).
Compaginadas la fotos, las cronicas empiezan a publicar con la primavera argentina. Canceladas algunas páginas de Facebook personales, solo quedan este coletivo de blog, su pagina de Facebook y la cuenta de Twitter. No nos busquen en otros lugares, que algunos de nosotros estuvimos; porque hemos decidido ponerles pilas a este proyecto colectivo. Aún  a costa de saber, que las cancelaciones de la páginas personales nos desencontrarán, quizás para siempre, con gente que mucho quisimos. Es una apuesta, la tercera vuelta de tuerca para un proyecto. Ojalá sepamos estar a la altura de la circunstancias.

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