sábado, 21 de diciembre de 2013

Volver al futuro


El redactor con mayor edad de este colectivo, lo que se conoce vulgar y cariñosamente como nuestro viejo choto, transitó una particular semana bajo el horno en se convirtió Buenos Aires en los último siete días.
Sin energía eléctrica en la redacción ni en su hogar, paulatinamente entró en un extraño trance que lo introdujo en un viaje a través de su propio túnel del tiempo. A medida que transcurrían los horas y días, sin aire acondicionado, computadoras, ni ascensores que permitieran escalar los seis pisos que separa la entrada de nuestra redacción y tomando a la heladera como un totem sagrado al cual se encuentra prohibida su apertura; nuestro redactor comenzó a llegar día a día con objetos extraños que nos hacen creer que su hogar es en realidad un depósito de trastos viejos.
Desde hace ya tiempo nos viene comentando su intención de armar un proyecto periodístico en sociedad con Castelli, que tome como elemento centra la década con la cual el se identifica y a la cual reivindica como marca de origen, los ochenta.
"Yo soy ochentista" cada tanto nos dice para realizar una feroz critica sobre los saltos acomodaticios que se han realizado sobre la que el considera su década. Quisimos convencerlo que no hace tanto tiempo, un serie televisiva nacional retrató con un éxito descomunal de audiencia aquellos años. Fue en vano convencerlo y lapidaria su análisis de la tira en cuestión "Graduados es una mierda, una versión light de la clase media concheta que no refleja ni por puta esos años". Ante tamaña dureza, y abusando que el resto de la redacción cuenta con muchos menos años que el, el resto decidió dar por cancelada una discusión que no llevaba a nada.

Los síntomas de su extraño trance comenzaron, cuando una mañana temprano lo sorprendimos empujando con el palo de la escoba las paletas del ventilador de techo que se encuentra en su oficina. Al segundo días de falta de electricidad y siendo notorio que su descanso nocturno no había llegado a las tres horas, apareció con una pequeña valija que de haberla visto en fotos, pudimos descubrir que contenía. En un acto ceremonial, saco de ese estuche  una maquina de escribir Olivetti, "La lettera 22 es un fierro, no te deja ni en la peores circunstancias" sentenció seriamente como si hubiera culminado la redacción de una bula papal. Ensimismado, comenzó a golpear las teclas con una rara habilidad de no mirar el teclado para tipear las líneas de su próxima nota. "Se asombran porque Uds. no tuvieron mecanografía en la secundaria, pendejos del orto". Ante las risas generalizadas, su enojo fue en aumento, produciendole un error el tipeo y un rosario de puteadas a todos nuestros progenitores. Como la sorpresa no terminaría allí,  sacó de su viejo morral un sobre pequeño con hojas de no mas de cuatro centímetros.  Aunque la conclusión colectiva fue silenciosa, era coincidente, "que papel chico para armar un porro". Contra la corriente mayoritaria, tomó uno de esos papeles, levanto la barra sujetadora del papel la sobrepuso sobre la palabra incorrecta para borrar el error gracias al polvo blanco que contenía uno de sus lados. "Esta es la versión primigenia del liquid paper, nabos", exclamó ante nuestras absortas miradas ante una escena que comenzaba a ser un espectáculo en si mismo. No conforme con ello, saco de su bolso todos los diarios del día y empezó a marcar las noticias que le interesaban con lápices de distintos colores. A esta altura del partido, la escena comenzaba a ser pre-diluviana. "Porque no buscas los diarios en el smartphone?" fue la sugerencia generalizada. La respuesta no se hizo esperar y abarcó algo más que la pregunta concreta " Porque esos aparatos de mierda, los tiene a todos Uds. como zombies fumadores de paco y no pueden sostener una conversación más de tres minutos sin que tengan que pegarle una mirada a esos aparatos como si de ello les fuera la vida, cuando en realidad se la pasan leyendo quien de los boludos de todos sus amigos tiene el record en Candy Crush. Aparte de esto, si tuviera un smartphone, con lo poco que le duran las baterías, hace dos días que no me habría podido comunicar con nadie", como comprenderán una crítica contra toda la modernidad.

Setenta horas después, y sin que hubiera novedad del regreso eléctrico, el único contacto con lo que pasaba por fuera de las puertas de la redacción, eran una radio a pilas que nuestro redactor utiliza en todos los momentos del día. Un regreso a la cultura de la frecuencia A.M.
Mientras las explicaciones del Poder Ejecutivo, y de las empresas proveedoras de energía acerca de los motivos de este apagón , iban desde la irresponsabilidad de todos aquellos que se van a trabajar, dejando los aires acondicionados prendidos para encontrar a su vuelta la casa fresquita hasta que este corte que abarcaba casi toda la Capital Federal y muchas localidades del conurbano eran señales indubitables de crecimiento espectacular de la Argentina que le permitió por la gracia divina de los gobernantes a de miles trabajadores a adquirir aires acondicionados. Tomado con calma, el análisis de estas declaraciones sería, están tan bien que se pudieron comprar los split, que carajo quieren? Usarlos encima?, Uds no se conforman por nada. Cuando a noventa y seis horas del corte, lo vimos entrar jadeante después de subir los seis pisos, portando con esfuerzo una caja enorme de un peso importante. Esta vez no tenía pistas certeras acerca del contenido de aquella caja.
Sabedor de la intriga que aquel bulto generaba, nuestro redactor fue muy escueto para informar "Velas" fue su afirmación. Hasta esta altura ya la adquisición nos pareció exagerada. Reconoció nuestra opinión en nuestras caras, ante ello, no pudimos evitar tener que padecer su análisis sobre el futuro en este verano por comenzar "Si con diez días con temperaturas de más de treinta grados, el sistema eléctrico explotó. Que piensan que puede pasar en los próximos meses con la temperatura? Cuando empiece el verano, y las temperaturas se afirmen lo único que se puede esperar más cortes, con algo nos vamos tener que iluminar aunque más no sea para ir al baño"
Resistiendo creer que lo que viene va a ser peor; pero dudando que el futuro pinte color de rosa; decidimos curiosear la precariedades sufridas hace treinta años. No vaya a ser cosa, que los trastornos nos sorprendan vírgenes.Empezamos a desear que Papa Noel, este año tenga una linterna importante.

2 comentarios:

  1. ¿Tiene idea de qué era lo blanco del papel corrector en los ochenta? No dejó de usarse por los avances tecnológicos, sino por los controles más estrictos sobre tráfico de sustancias. ¡Cada libro salió de los que se pasaban de "papelitos"! Que no se olviden de esa parte, por favor. Buenos días, y que tenga electricidad.

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  2. Gracias por el aporte, y por perder el tiempo en leernos. Que Tengas muy buen añs nuevo.

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