martes, 24 de diciembre de 2013

Volver al futuro II


Después de narrar con la máxima objetividad posible, si eso pueda ser realizado sinceramente, las desventuras provocadas por la falta de suministro eléctrico en la psiquis de nuestro  redactor más longevo;: el regreso de la falta de luz en las vísperas de la navidad ha provocado una serie de revueltas dentro de la redacción por parte de nuestros integrantes con más años por vivir que el protagonista de nuestro anterior post. 
Más allá de haber decidido compartir nuestra despedida de fin de año, en las antevisperas de la navidad y su consecuente ingesta de alcohol a granel acorde a celebraciones de este tipo y el consumo de alguna que otra sustancia taxativamente prohibidas en su uso por el Código Penal Argentino. terminamos la velada con un cierto dejo de tristeza.
Tristeza que no se condice con lo realizado en el curso del año. A partir del momento de integrar este blog a un colectivo de ellos, las publicaciones de post fue mucho mayor a las que este blog en sus dos años anteriores de existencia supo conocer. Vamos terminando el año con el doble de visitas a las que el ultimo estante había tenido hasta abril de 2013. Y todo ello, nos parecen o en definitiva son solo son estadísticas. Las estadísticas, ese truco matemático que te hace convencer que, si tenes la cabeza en el horno y los pies en el freezer; en promedio tu temperatura corporal es la correcta.
Vemos los números de visitas, hasta que la batería de nuestra única notebook lo disponga, y nos detenemos en el frío y cruel dato que los post que mayores visitas históricas tiene esta pagina fueron escritos, cuando este blog era escrito por una sola persona. Discusión acerca del error de no tener una certeza de periodicidad en las publicaciones, peleas de tono subido por quedarnos pegados en el día a día de la realidad argentina, duros improperios a quien propuso la división temática de los blogs del colectivo. Sin perjuicio de la vehemencia en las posiciones, la argumentación contemporizadora llegó desde el lado femenino. Ciertamente nos faltó la mirada femenina interpretada como abarcativa de otro lado en el que posiblemente nuestros escritos no deban ser dirigidos, es decir  a las grandes pulsiones que desde el inicio de la humanidad todos han querido retratar y muy pocos han podido lograrlo. Logrado el consenso que el fútbol, la política y un muestrario de obras artísticas que deseamos que otros vean, lean o sean participes a través del recuerdo, padecimos una crisis de identidad. La frase recurrente de estos tiempos es que las crisis son  oportunidades, a nosotros esa respuestas no nos satisface sobre todo haciéndonos cargo que no somos chinos para dar identidad al verdadero valor de esa sentencia. Algunos de los nuestros han debido pelear con sus demonios interiores, para ver si se debe privilegiar con que pagar las cuentas o con que acto recuperan la sonrisa.  Después de muchas botellas consumidas, nos dimos cuenta que un cambio de rumbo no significará renunciar a la ideología personal. Quizás la tristeza subyacente radica en el hecho que, cada uno de los que podemos reconocer como interprete de las de cada una siente como propia, viven claudicando. Nos mienten, nos postergan, nos corren el arco, nos dicen cosas que no vivimos, nos hacen creer participes de epopeyas de las cual nos vemos ni siquiera la punta de ella, hacen negocios con las peores aristas de la marginalidad, critican la crisis de la educación pública enviado a sus hijos a colegios privados, hablan del derechos de los que menos tienen viviendo eternamente de sueldos suculentos de un Estado al que permanentemente critican, hablan de formas democráticas de las cuales reniegan inmediatamente cuando sienten cercana la llegada al poder, hablan de formas populares de la cultura viviendo de subsidios para sus obras que no ve nadie y que ni siquiera están realizadas para que tengan un conocimiento popular ya que el eje del negocio es un crédito estatal o una fundación privada que los apañe.

Para el 2014, esperamos no seguir dependiendo de nuestro alumno de taquigrafía para escribir una nota, lo pretendemos con luz; la eléctrica y aquella por la cual este blog refleje historias que merezcan ser leídas por personas que se sientan identificadas o conmovidas por nuestras historias, por más pequeñas que las mismas sean. 

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