Este blog ya se ha referido a la historia de Walter hace ya mucho tiempo. Hoy, veintidós años después de su muerte comienza el juicio contra el ex Comisario responsable del lugar donde Bulacio encontró el final de sus días. El juicio llega tarde y mal, solo se lo juzgará por el delito de privación ilegitima de la libertad. Un delito menor, que deja fuera la imputación de tortura seguida de muerte.
Que este simulacro de justicia se inicie después de tanto tiempo y de esta manera, es responsabilidad de todos los gobiernos democráticos argentinos desde 1991 hasta la fecha, que obstruyeron al límite de sus posibilidades el juzgamiento de los responsables de este asesinato.
La causa Bulacio tuvo llegar hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para lograr siquiera sentar a alguien al banquillo de los acusados.
La Justicia, cómplice de esta vergüenza, también deberá hacerse responsable.
Si la respuesta institucional ante crímenes de esta índoles es esta, no hay forma que los mismos no vuelvan a reiterarse.
El deseo de encontrar finalmente justicia, se encuentra aniquilado. Lo que resurge y se mantiene es la bronca por la defensa corporativa de la impunidad.
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