Fugaz oscuridad de una mente con recuerdos
El que tenga una Canción tendrá tormenta
el que tenga Compañia soledad
el que siga buen camino tendrá Sillas
peligrosas que lo inviten a parar
Pero vale la Canción buena tormenta
y la Compañia vale Soledad
siempre vale la Agonia de la prisa
aunque se llene de Sillas la verdad
(Silvio Rodriquez, ¨Historia de una silla¨)
Ajuste fiscal. Tarifazo. Recorte Salarial. Recesión. Espiral inflacionaria. Riesgo país. Devaluación. Corrida cambiaria. Recesión. Flexibilización Laboral. Reforma Previsional. Exceso de gasto público. Privatizaciones.Libre mercado. Presión fiscal.
El secuencial loop de una danza con lobos. Luego de primaveras más o menos extensas, el eterno tsunami del ajuste.
Entre los días soleados y los nubarrones, fríos polares y calores sofocantes, sequías que rajaron los suelos e inundaciones que han roto las rutas.Entre todos estos vaivenes climáticos los calendarios se han ido prendiendo fuego.
Correr, caer y levantarse. Volver a correr, volver a caer, volver a levantarse. Trotar, caer y levantarse. Caminar a desgano, caerse por enésima vez y preguntarse si tiene algún sentido levantarse. Rutas argentinas hasta el fin.
Atados a un eterno fatalismo, algunas veces impregnado de un triunfalismo inexpugnable. En la mayor cantidad de las veces, encadenados a una pregunta que nos dé la dimensión exacta del fracaso...Como hicimos para llegar a esto?.
Ante el bombardeo, corremos a los refugios. Esos últimos rincones que nos resguardan de los misiles que nos lanza la realidad día a día. Los afectos, el núcleo de hierro de amistades, la soledad, los rencores, nuestras capillas. Las vestimenta que nos permita protegernos de mejor manera para salir a la calle. Refugiarse en lo conocido, explorar tierras vírgenes se vuelve peligroso e intolerable a nuestras ya escasas certezas.
La nostalgia de tiempos mejores,esos que muchas veces no existieron; nos abrigan de cálidos recuerdos de cuan buenos y felices nunca fuimos.
La intolerancia nos fortifica, nos da seguridad.Expulsa de nuestro paraíso a quien nos interpela. Cuestionarnos nos debilita, por eso es conveniente negar otra mirada. No vaya a ser que nos inquiete, nos movilice y nos ponga en riesgo de desnudar nuestros sentimientos. No son tiempos para ello.
Difícil la tarea de no tentarse a la envidia. Esas afirmaciones con fuerza de dogma, impermeables a cualquier vacilación revisten una fortaleza inexpugnable a las que se les debe evitar un paseo por los espejos o el roce con alguna uña filosa, o el peligro mayor de una mirada que penetre en el interior de las nuestras.
Maneras de enfrentar las crisis, que en esta noche lluviosa me deja la duda si cada tanto no es conveniente que nos mintamos un poco....
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