La cuarta internacional del corazón
"...como tú, sintiendo la sangre arder me abracé sabiendo que iba a perder... Siempre encuentras algún listo que sabe lo que hay que hacer que aprendió todo en los libros que nunca saltó sin red." Yo también nací en el 53 (Ana Belén ) Chocamos las manos ante la coincidencia de pensar ambos, la misma tonta broma. Reímos como enajenados, celebrando encontrarnos en la misma sintonía de pensamientos desatinados. Las carcajadas no encajaban en la escenografía de ese bar de Avenida de Mayo, donde García Lorca solía pasar horas de su estadía en Buenos Aires. A esas horas de la mañana, desentonábamos del resto de los parroquianos tan absortos ante las pantallas de sus notebooks o smartphones. r A manera de escueto menú, nuestras charlas cuentan con pocos platos a saborear. Música, libros, fútbol y mujeres conforman la carta del día. En un silencioso e implícito pacto hemos desterrado la politica de la lista, nos hemos indigestado lo suficiente para probar de ese plat