Honor y Patria
Gracias a la tecnología, a la que muchas veces puteo por saturarme de información vacía de contenidos y sentimientos, en la mañana de este veinticuatro de diciembre un dilecto amigo me envía la foto que encabeza este post vía whatsapp. Entre los apuros inevitables de las fiestas de fin de año, tratar de armar las valijas para irme de vacaciones y dejar la mayor cantidad posibles cerradas en el trabajo (en una misión imposible a la cual uno siempre se empeña en cumplir para fracasar inevitablemente), la foto en cuestión me robó una sonrisa e inevitablemente me otorgó un boleto hacia un viaje al pasado. No al pasado, cargado de épica y de vivencias inexistentes, al que parece que nos hemos abrazado para cambiar nuestras vidas aunque más no sea desde un lugar que solo reside en nuestra imaginación. En este imaginario recorrido, volví a mi historia, a mis afectos (los que aún perduran y los que se han ido a lo largo de todos estos años), y también a una sociedad que conocí y que ho