DIOS ES UNA MAQUINA DE HUMO
Para adrio, claudio y el bocha. Cuando está oscuro y ya nadie te oye cuando cae la noche y no parás de llorar Al final del túnel de los desahuciados hay un puerto abierto a quien ansía llegar Yo estaré en el faro de los ahogados Te estaré esperando No va yas a demora r Es mediodía. Es diciembre. En el sur del mundo, lo que abunda es calor. Si ese sur es Argentina, y más precisamente el Gran Buenos Aires, el calor te agobia hasta el mal humor. A ese sentimiento solo lo supera, encontrarte con un amigo. Imposible cumplir con el precepto bíblico de tomar el tinto natural, porque a esa altura del año lo natural se encuentra frío como un volcán. Después de dos siglos, me encuentro con Chiche. El lugar elegido es una parrilla en pleno Valentín Alsina, con dos grande logros. Te sirven mozas muy lindas y hacen un bondiola por la cual uno hubiera hecho algún que otro pacto con Mefisto. Con Chiche, compartimos nuestra primera juventud. Co